El viaje comienza levantándonos muy pronto para coger un tren que tras muchos transbordos nos llevaría a Florencia, lo primero que hicimos allí fue dejar las maletas y recoger las llaves del establecimiento en el que pasaríamos la noche, porque el viaje no dudaría mas de 2 días, una noche.
Nuestra primera visita allí fue ver El David de Miguel Ángel, que se encuentra en la galería de la academia de Florencia. Es una estatua magistral la cual en mi opinión creía que era mucho más pequeña pero que me impacto su gran tamaño.
Tras esa visita fuimos directos a ver la Catedral de Santa María del Fiore situada a unos escasos 500 metros de la galería de la academia en la piazza del Duomo. De aquí nos sorprendió lo bonita que era por fuera y lo grande que era, con un estilo cargado en la fachada.
Allí podemos entrar al baptisterio de San Juan y al campanille de Giotto el cual subimos unos 500 escalones muy estrechos para poder llegar hasta arriba del campanario. Mereció muchísimo la pena porque pudimos contemplar unas preciosas vistas de Florencia.
Después, la visita nos llevaría hasta el ponte Vecchio, uno de los lugares mas emblemáticos de la ciudad y en el cual se podía ver el río Arno.
Por último en el día fuimos en mi opinión al lugar donde mejor vistas había de Florencia, Piezzale Michelangelo, una especia de plaza en la montaña con un mirador que era precioso.
Tras un día agotador fuimos a dormir para al día siguiente poder seguir viendo Florencia.
Al día siguiente fuimos a ver la plaza de la señoría y la basílica de la santa cruz fugazmente para poder coger rápidamente un tren de unas 8 horas que nos devolviera de nuevo a Ascoli.
En mi opinión es la ciudad más bonita que he podido ver, muy recomendable y a la que volvería a ir sin ninguna duda.
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